Generación digital
La generación Z, también conocida como la digital, está compuesta por las personas que nacieron a mediados de la década de los 90 hasta el 2010, aproximadamente. Tiene un modo diferente de aprender. Se considera tecnológicamente dependiente. Está enfocada en lo virtual y digital. Quienes pertenecen a ella son nativos digitales (nacieron inmersos en la tecnología). Sus comunicaciones giran en torno a dichas tecnologías. Nacieron en el auge del mercado de consumo y se muestran impacientes, pues desean resultados inmediatos. Su enfoque en las redes sociales les hace vivir creando un entorno virtual...Es importante que los padres reconozcan las repercusiones físicas y mentales de su uso y abuso en términos de salud... El uso descontrolado de la tecnología puede provocar repercusiones negativas en el adolescente: Problemas de audición: El uso de auriculares puede producir daño auditivo al utilizarlos de manera constante y a un alto volumen. Sobrepeso y obesidad, Disminución en las horas de sueño (insomnio), Alteraciones del estado de ánimo, Falta de concentración, Dolores musculares, Estrés visual, Aislamiento social, Dependencia psicológica.
Daños por el uso excesivo de la tecnología
El uso del celular se ha convertido en un
hábito común en miles de personas, las cuales ya sea para checar un correo o
bien sus redes sociales, observan el móvil más de una vez al día
A pesar de que en la actualidad el uso de la tecnología se ha convertido
en una herramienta indispensable, ya que por medio de ella manejamos algunos de
nuestros asuntos laborales, o bien, nos contactamos con nuestros familiares
gracias a las redes sociales, ésta puede ocasionarnos severos problemas de
salud.
Por ejemplo, según expertos en medicina el uso excesivo de teléfonos
celulares aumenta el riesgo de desarrollar cáncer cerebral, esto
debido a los campos electromagnéticos que generan las radiofrecuencias de los
móviles, los cuales son "cancerígenos" para los seres humanos. Esto
fue confirmado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por otra parte, diversos oftalmólogos que asistieron al Optan Meeting de
Valencia, aseguran que los dispositivos tecnológicos están destruyendo nuestro
organismo, pues afectan la vista, el oído, la postura, el sueño y la memoria."La tecnología afecta a nuestro cuerpo, por ejemplo, en cuanto a la vista,
el promedio de tres horas mirando una pantalla, genera ojos secos, dolores de
cabeza, visión borrosa y miopía", mencionaron los científicos.
- Fomenta una utilización moderada del uso de la tecnología. Analiza si tú haces uso excesivo de esta, ya que pueden adoptar estas conductas por modelaje y observación.
- Realiza actividades de tiempo libre, deportivas y/o culturales en familia con el propósito de propiciar el diálogo, establecer vínculos afectivos y unión familiar.
- Establece límites, reglas claras y acuerdos que sean tomados entre todos los miembros de la familia, sobre tiempos y usos de las tecnologías.
- Evita mantener posturas excesivamente permisivas (consentir) o severas (prohibir su uso).
- Conoce el contenido de los videojuegos o de las aplicaciones que descargan.
- Oriéntalos sobre los peligros de establecer comunicación con personas desconocidas.
- Permanece atento ante cambios drásticos de comportamiento: impulsividad, bajo rendimiento escolar, estados de ánimo, pérdida de apetito, abandono de actividades que antes solía hacer, entre otras.
- Acude a un profesional de la salud mental si esta conducta se convierte en adicción.
- Es importante estar alerta para prevenir futuros problemas relacionados con la utilización de estas tecnologías y promocionar hábitos saludables para que el adolescente se relacione con ellas de una forma adecuada. Es por eso que la prevención es la clave para promover buena salud física y emocional.
Conductas adictivas
Los móviles
son unas de las plataformas de ocio más populares, con miles de App de juegos
disponibles e infinitas posibilidades de visualización de vídeos, por lo que es
fácil perder la noción del tiempo y engancharse a su uso. De hecho, los
estudios demuestran que uno de cada once menores de entre 8 y 18 años son
adictos a las nuevas tecnologías, de modo que los menores sin límite en el uso
del móvil pueden acabar desarrollando conductas de dependencia.
Pérdida de la
socialización
Los niños
interactúan menos entre sí, con su familia y con su entorno desde que las
nuevas tecnologías arraigaron en su vida, por lo que los progenitores deben
asegurarse de que los menores pasan la mayor parte de su tiempo socializando
cara a cara con otras personas y sin pantallas de por medio para no generar
niños pasivos que no sepan interactuar. El móvil no puede convertirse en el
sustitutivo del tiempo de lectura o los juegos con la familia.
Aumento de
riesgos
Del mismo
modo que quien pasa más horas en carretera tiene más probabilidades de sufrir
un accidente vial, los niños más expuestos a la tecnología también son los más
explotables y tienen una mayor posibilidad de sufrir abusos digitales.
Radiación de
los móviles
Aunque la
idea de que aparatos como los móviles o el microondas generan radiación siempre
se ha tomado como un bulo, lo cierto es que la Organización de Mundial de la
Salud clasifica a los Smartphone como aparatos de riesgo porque emiten
radiación. Especial cuidado hay que tener con los niños, que son más sensibles
y, por lo tanto, tienen más riesgo de contraer enfermedades como el cáncer.
Alteraciones de
desarrollo
Los niños
que dedican un tiempo excesivo a las nuevas tecnologías pueden sufrir de
diversos problemas de desarrollo que alteran su evolución normal, como déficit
de atención, problemas de memoria, disminución del rendimiento académico,
alteraciones del sueño, problemas de alfabetización y reducción de capacidades.
Enfermedades
mentales
Más graves
son las consecuencias que afectan a la salud mental de los menores expuestos en
exceso a la tecnología, como depresión y ansiedad infantil, trastornos bipolares,
psicosis y problemas de conducta que se traducen en un incremento de las
rabietas.
Obesidad
infantil
El uso de
las nuevas tecnologías ha fomentado el sedentarismo poblacional y, con él, el
incremento de peso y las enfermedades derivadas de la obesidad, como la
diabetes y problemas cardíacos o vasculares.
Conductas
agresivas
Por último,
pero no por ello menos importante, la exposición de los niños a contenidos con
elevada agresividad y violencia puede insensibilizar al menor ante estos actos.
Por eso, es importante controlar tanto el tiempo de uso del móvil como saber
qué tipo de App están utilizando los menores.
Afortunadamente, el
uso del móvil es seguro siempre y cuando se pongan límites, se eduque en la
idea de que el móvil no es un juguete y el uso se realice de forma controlada
con aplicaciones como Smart me Familia, que supone un recurso para la educación
en positivo, de manera que los menores también tengan conciencia de los propios
usos para formarles en un uso responsable del dispositivo más personal que
puede tener.